Una sala de espera es un edificio, o una parte de un edificio donde la gente se sienta hasta que el hecho que está esperando ocurre.
Hay generalmente dos tipos de sala de espera.
Estos dos ejemplos también destacan la diferencia entre las salas de espera en donde se pide al individuo que espere hasta que llegue su turno (sala de espera privada) y las salas de espera en las que uno puede entrar y salir a voluntad (sala de espera pública).
La mayoría de las salas de espera contienen asientos para la gente de modo que no tengan que permanecer de pie. Las salas privadas solían disponer de libros y revistas para amenizar la espera a los asistentes hasta principios del siglo XXI, cuando la cultura impresa empezó a retroceder con la generalización de dispositivos de lectura digitales como teléfonos móviles inteligentes y tabletas. En las salas de espera públicas no es infrecuente encontrar máquinas expendedoras así como paneles informativos sobre los tiempos de salida y llegada de los diferentes transportes. Algunas tienen así mismo aseos adyacentes. Los largos tiempos de espera han impulsado la instalación de elementos recreativos junto a las salas de aeropuertos o estaciones: juegos para niños, televisiones de plasma e, incluso, algunos servicios como masajes o manicura.
En algunos países en los aeropuertos y las estaciones de ferrocarril existen salas de espera VIP para aquellos que han pagado una tarifa especial o poseen una determinada tarjeta de fidelización. Estas estarán menos masificadas, tendrán menos asientos y ofrecerán servicios adicionales como café gratuito, prensa diaria, etc.